miércoles, 6 de mayo de 2009

querida alma anónima...

No llores.
Sabes que estoy aquí.
Aunque no me lo digas, lo veo en tus ojos.

No desesperes.
Nunca me he ido y nunca me iré.
Es más, aunque tu tristeza sea pasajera,
la mía perdurará.

Aún así seré feliz.
No importan los motivos.
Simplemene seré feliz.

Legará un día en que
los vaivenes de tu vida se unirán a la mía.
Llegará un día en que tu voz
se acompasará con la mía.

No llores.
Espera paciente, como yo espero.
Cada una de tus silenciosas y profundas lágrimas
son para mí como otro dulce recuerdo que se borra.
A pesar de todo, mantengo la calma.

No desesperes.
Todavía hay cosas por las que vale la pena luchar.
No actúes, no fingas.
Sé tú misma...
...mientras puedas.


PD-llora alma, llora.
Porque llegará un día en que tu invisible llanto
se hará realidad.